domingo, 19 de mayo de 2013

Cómo saludar a un perro

De vez en cuando salen en los periódicos noticias sobre algún perro que muerde a alguien. Probablemente también conozcamos casos de perros que han dado algún susto a alguno que con toda su buena intención quería acariciarlo (¡los niños!).

¿Por qué? Muchas veces se trata de perros tímidos o mal socializados, que desconfían o tienen temor respecto de aquellas personas que no conocen.  En estos casos, y a pesar de que con su lenguaje corporal están enviando señales de advertencia o de que le dejen en paz, el humano no se da cuenta y hace lo peor que puede hacer: seguir atosigando al perro con toques, caricias o restringiéndole su espacio. Al perro, que muchas veces tampoco puede huir, no le queda otra salida, más que marcar el mordisco.

Conociendo esas señales (lamerse los labios, gruñidos, boca cerrada y tensa, ladear la cabeza, cola baja, etc), se podrían evitar muchos sustos. 

Para saber cómo acercarse a un perro y poder acariciarle, os dejamos este video bien sencillo que ofrece algunas sugerencias:


jueves, 9 de mayo de 2013

No ate a su perro




Si tratáramos de inventar el más cruel castigo para los perros, probablemente no se nos ocurriría algo peor que el “confinamiento solitario” atado a una cadena o en una perrera. Los perros son animales de jauría que ansían tener compañía y a quienes les encanta que les rasquemos detrás de la oreja. Para ellos, acurrucarse a tus pies mientras miras televisión es su idea del paraíso.

Muchos perros amarrados son presa de ataques de otros animales o gente cruel. Otros son ahorcados o asfixiados cuando se enredan en la soga o cadena.

Si tienes un perro que vive fuera de la casa, aquí te damos seis maneras de mejorar su vida:


1 ¡Déjalo entrar! Los perros no se “acostumbran” a vivir afuera.A menos que tú u otros perros estén con ellos, el patio rápidamente pierde su encanto. Si los constantes ladridos (que son gritos para llamar la atención) paran, no es porque los perros estén contentos, sino porque han perdido todas las esperanzas de ser oídos.

2 Inscríbete en una clase de obediencia humanitaria. Si tu perro vive afuera debido a problemas de comportamiento, el confinamiento y aislamiento sólo empeorará las cosas. El entrenamiento humanitario te enseñará a cómo comunicarte con tu perro y ayudarlo a que aprenda lo que se espera de él o ella.

3 que haga mucho ejercicio.A los perros les encanta olfatear y explorar. Desarrolla el hábito de dar largas caminatas con ellos y utiliza una correa retráctil, así el perro puede delante tuyo y sentirse más cómodo. Un arnés puede salvar el cuello de un perro que tironea.


4 Alégrale la vida con juguetes. Imagina que te dejen afuera, solo, sin absolutamente nada que hacer. Hasta el juguete más simple, como una toalla con un nudo o una pelota de tenis, pueden proveer horas de entretenimiento.A los perros les encanta masticar, así que asegúrate de que tengan huesos de goma y otros juguetes masticables.

5 Coloca una cerca en tu patio. Si tu perro tiene que quedarse afuera, permítele que tenga acceso a todo el patio, si es posible. Una cerca de privacidad de seis pies de alto es lo más seguro: es más difícil que se escapen y mas difícil para que la gente le haga daño a tu perro. Si no tienes presupuesto para una cerca, conecta una cuerda a un gancho giratorio de manera que el perro pueda corer sin enredarse. Hay collares que, cuando tiras, ahorcan al perro para controlarlos.Trata de evitar esos collares, ya que un perro sin supervisión puede ahorcarse en ellos. La opción más segura es un
arnés.

6 Protege a tu perro del frío. En estado salvaje, los perros encontrarían o excavarían una acogedora guarida para protegerse del frío. Su piel, al igual que tu abrigo de invierno, les ofrece alguna protección, pero no los hace inmunes al frío. Los perros chicos, de pelo corto (como los pointers o dobermans), los cachorros y los perros de edad avanzada son especialmente susceptibles al frío y no deberían ser dejados afuera por más de unos minutos durante lapsos fríos.

FUENTE: http://www.petaenespanol.com/

sábado, 4 de mayo de 2013

Aplicación canina para teléfonos móviles



El otro día me enteré de la existencia de una aplicación para teléfonos móviles que me llamó la atención.
Se llama My Dog Remote Control. Es una aplicación que incluye un clicker digital, un silbato digital y la posibilidad de grabar los comandos que utilizamos para nuestro perro (sienta, tumba, ven, etc), para poder luego reproducirlos pulsando el número que hayamos designado para cada uno. Viendo la foto de la captura de pantalla de la aplicación, que incluimos al final del artículo, se entiende fácilmente. Además de grabar esas órdenes también se pueden grabar sonidos que sirvan como comandos para nuestros perros.

Sigue la misma filosofía que el clicker: que se reproduzca siempre el mismo sonido, en intensidad, duración y modulación, evitando así que por estar enfadados, nerviosos o en un estado anímico distinto  al acostumbrado, el perro se desconcierte por la implicación emocional de nuestro tono o expresión, o encuentre dificultad en aplicar lo aprendido a una orden que se le antoja parecida, pero no idéntica a la habitual.

Esta aplicación sólo está desarrollada para Iphone por el momento. Android tiene que esperar. No obstante seguro que salen pronto aplicaciones gemelas para todo tipo de sistemas operativos de nuestros teléfonos móviles.

Yo no lo he probado (no tengo Iphone). Soy androide. ¿Alguien se atreve? ¿Es eficaz? ¿Qué opinión os merece? 

iPhone Screenshot 1

miércoles, 1 de mayo de 2013

Cuando el perro se lame los labios y/o la nariz

Os dejo un video para aprender sobre el significado del lenguaje corporal del perro. En esta ocasión atiende exclusivamente al momento en el que el perro se lame los labios o la nariz. Normalmente, cuando hay algo que le estresa o le supone estar incómodo, el perro, entre otros posibles comportamientos, se lame los labios y/o la nariz.

Este video (con mensajes en inglés), analiza dos formas distintas de lamerse los labios. En la primera forma hay stress o incomodidad en el perro, y en la segunda, mucho menos expresiva y ágil, en la que incluso el perro enrolla un poco la lengua, hay satisfacción y confort.

Todo esto a fin de que sepamos qué nos quiere decir nuestra mascota y actuar en consecuencia. De esta manera nos evitaremos disgustos y avanzaremos en la sintonía, confianza y compenetración necesarias en la convivencia diaria.

El video es este: