martes, 25 de diciembre de 2012

Razas autóctonas: el Mastín del Pirineo


Historia Cinológica del Mastín del Pirineo

Hasta hace muy poco, aproximadamente desde la fundación del Club del Mastín del Pirineo de España hacia el año 1977, eran muchos los que confundían este perro con el Mastín Español e incluso algunos lo consideraban como una variedad del Mastín Leonés, del Extremeño o Soriano (suponiendo que todos pertenecen a la misma raza: el Mastín Español). La independencia del Mastín del Pirineo como raza autóctona y definida ha quedado ya fuera de toda duda.

La hipótesis más extendida es la que sustenta que los fenicios, en el curso de sus viajes comerciales, introdujeron en España por vía marítima mastines procedentes probablemente de Siria o de la India. Así pues, estos perros, introducidos en España por los fenicios, habrían dado origen a las diversas razas de perros de guarda ibéricas: Mastín Español, Rafeiro do Alentejo, Mastín de la Sierra de la Estrella y Mastín del Pirineo.

El Mastín del Pirineo es un perro de gran talla que tradicionalmente guardaba los rebaños navarros y aragoneses durante la trashumancia. Durante siglos fue el fiel acompañante de los pastores que recorrían los valles pirenaicos y bajaban hasta el Maestrazgo. Este animal mató y murió junto a pastores defendiendo las reses y las propiedades de sus amos. A finales de la Guerra Civil la raza autóctona pirenaica inició su declive, eran tiempos de estrechez económica y mantener un animal de gran tamaño se había convertido en un lujo que en ese momento poca gente podía permitirse. Por esta razón, el mastín pirenaico sufrió una grave pérdida de su patrimonio genético disminuyendo hasta casi desaparecer como raza pura. 

A mediados de los años setenta un pequeño grupo de apasionados inició la difícil labor de recuperación partiendo de ejemplares localizados en el campo que todavía mantenían las características del animal. El Club del Mastín del Pirineo de España fundado en 1977 marca las directrices y los estándares de la raza. Gracias a esta labor de recuperación el mastín del Pirineo goza en la actualidad de una excelente salud. Hoy es conocido y respetado internacionalmente, existen clubes en Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, Italia, Francia, Portugal, República Checa y Estados Unidos.  El impresionante aspecto y carácter del perro hacen que esta raza autóctona pirenaica sea cada vez más apreciada internacionalmente y tenga un crecimiento constante en los países en que se está introduciendo.

Los Mastines, como grandes molosos protectores de los rebaños, siempre han sido reconocidos más por su funcionalidad que por su morfología. En realidad, hasta entrados los primeros años del presente siglo no se prestó interés al aspecto físico de estos utilísimos perros.
Los Mastines Pirenaicos se presentaron en certámenes de belleza por primera vez en 1890 en Madrid. Los perros César, Platón y Sahara fueron los primeros destinados a competir con las restantes razas caninas.


Descripción y carácter del Mastín del Pirineo

Es un perro de gran alzada, bien proporcionado, extremadamente potente y musculado. Cariñoso, manso, noble, particularmente inteligente. Su ladrido es grave y profundo y su expresión despierta.

El Mastín del Pirineo es un perro tranquilo y apacible, que disfruta de la vida en familia.

Tiene un gran instinto guardián y es ideal para vivir al aire libre en fincas o jardines de cualquier climatología, ya que no le teme ni al frío ni a la lluvia.

La gran talla, peso y seguridad en sí mismo del Mastín del Pirineo, le hace ser benévolo con otros perros, y nunca manifiesta agresividad de forma gratuita; ahora bien, a la hora de defender su hogar y a los suyos, se muestra valiente y fiero ante los extraños. Llegado el caso se revela habilísimo en la lucha, denotando las pautas de comportamiento adquiridas tras siglos de peleas contra el lobo.

El Mastín del Pirineo tiene una especial debilidad por los niños pero, por su gran tamaño, es conveniente vigilarlo cuando está con ellos, pues podría empujarlos o pisarlos sin darse cuenta.
Pese a su robusta complexión, el Mastín del Pirineo es un perro ágil, de movimiento potente y amplio, seleccionado para recorrer grandes distancias al trote; no es torpe ni linfático.

Se le debe ofrecer una vida en familia, en la que se sienta parte de la "manada humana".  Si se abandona a un Mastín del Pirineo en una finca donde no habita nadie, con la intención de que la cuide, posiblemente se vuelva destructivo e incluso a veces agresivo.

Debemos enseñarle desde cachorro a obedecer y respetar a todos los miembros de la casa. Esto resultará mucho más fácil si elegimos un buen criador responsable, que haya sabido ofrecer a toda la camada un óptimo imprinting y una perfecta socialización.


Algunas de sus características físicas

Piel

Elástica, gruesa y de color rosáceo, con pigmentaciones más oscuras. Todas las mucosas serán negras.

Capa

Los colores más apreciados serán, por orden de preferecias: blanco puro o blanco nieve con manchas gris medio, dorado-amarillo intenso, pardo, negro, gris plata, beige claro, arena, jaspeado. No son deseables colores rojos para las manchas, ni blanco amarillentos para el fondo.

Talla

No existe límite máximo en la talla, siendo siempre más valiosos, a igualdad de propociones, los ejemplares de mayor alzada.
Límites mínimos:
Machos: 77 cm.
Hembras:72 cm.
No obstante, es de desear que estas cifras se vean ampliamente superadas. Se estima conveniente rebasar los 81 cm. los machos y75 cm. las hembras.


Algunas recomendaciones en el cuidado del Mastín del Pirineo

Para mantener a nuestro perro limpio y con un pelaje en óptimas condiciones, es imprescindible suministrarle una dieta adecuada y cepillarlo frecuentemente.

Pelo

Su pelo está formado por dos capas: una exterior, más larga y poblada, y una interior o subpelo, muy abundante y que le protege de las inclemencias climáticas.
El Mastín del Pirineo muda su pelo dos veces al año, en primavera y en otoño. La muda de primavera es la más intensa y mientras dure es necesario un cepillado diario con el que se irá retirando todo el pelo suelto, evitando así que se formen nudos y que aparezcan problemas de piel. Lo mas indicado en estos casos es utilizar una carda grande.
En las épocas en que no haya muda será suficiente con un cepillado intenso a la semana, haciendo hincapié en aquellas zonas donde se producen más nudos (detrás de las orejas, flancos, ijares, parte interior de los codos, etc.) 

Baños

Los baños deben ser espaciados, dos o tres veces al año, ya que alteran el ph natural de la piel que protege al animal contra el frío y la humedad. Para mantenerlo limpio es mucho más efectivo un buen cepillado.

Comedero

Es conveniente darle de comer en un comedero alto, ya que por su gran tamaño, ingiere grandes cantidades de comida, lo que le supone una predisposición especial a sufrir torsiones de estómago

Madurez

Como suele suceder en las razas de talla grande, el Mastín del Pirineo madura con más lentitud que las de talla pequeña

Problemas óseos

Por otro lado, y a fin de evitar problemas óseos, es conveniente limitar el ejercicio de cachorro hasta los 10-12 meses de edad. Debemos procurarle ejercicio de forma moderada, ya que los paseos agotadores pueden interferir en el correcto desarrollo óseo


Agradecimiento: a Ana Jacob, criadora de la raza (afijo gaspalleira), por facilitarme las fotografías y las siguientes fuentes de información para la elaboración del artículo, y que os recomiendo para profundizar más sobre esta preciosa y majestuosa raza:
http://www.gaspalleira.es
Esta última web contiene la única base de datos de acceso libre (sólo es necesario registrarse) de las genealogías de casi 7.000 Mastines del Pirineo, desde el origen de la raza. Se llama Mostin Database.

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