miércoles, 30 de marzo de 2011
Reglas de oro para toda la familia
1. Se consistente.
2. Ayudaros unos a otros, estar de acuerdo con las normas de convivencia con el perro y las órdenes que se le darán.
3. Entrenamiento: corto, divertido, a menudo, con premios y sin conflicto.
4. La gran diferencia entre un perro bien entrenado y otro que no lo está tanto, es la COMUNICACIÓN. Dale constante información de lo que está haciendo bien y lo repetirá.
5. Premia el comportamiento deseado.
6. Ignora tanto como te sea posible un comportamiento no deseado, si no es posible, interrúmpelo sin castigo y sin darle atención.
7. Crea una relación respetuosa basada en la COOPERACIÓN y el COMPROMISO y no en la dominancia y el conflicto.
8. Nunca dejes a un perro y niños solos, incluso por un periodo corto de tiempo.
9. ¡Divertiros juntos!
REGLAS PARA NIÑOS (y los que no son tan niños)
1. Deja a tu perro siempre tranquilo cuando este durmiendo.
2. Susúrrale para hablarle, evita correr y chillar delante de él.
3. Haz que tu perro te vea antes de tocarle, si puede ser aproxímate a él por un lado, en vez de por detrás.
4. Mantén tu cara alejada de la suya y siempre déjale irse cuando el quiera.
5. Usa juguetes para jugar, mucho mejor que tus manos y pies.
6. Si tu perro te muerde jugando, para el juego y díselo a un adulto para que retire el juguete. No se castiga la perro, sino que se le educa para que solo ponga los dientes en el juguete.
7. Siempre pídele a tu perro que venga hacia ti para traerte el juguete, evita perseguirlo.
8. Divierte, aprende y sé responsable con tu perro.
Agradecimiento: a Ingrid Ramon, educadora canina (http://caninofed.com/), por permitirme publicar este artículo.
domingo, 20 de marzo de 2011
Peligros de la obesidad en mascotas
Por lo general, la obesidad es el resultado de una ingestión calórica más alta que lo que el cuerpo utiliza para su normal funcionamiento, pero también puede ser resultado de defectos hereditarios, problemas hormonales o glandulares, castración, falta de ejercicio, o una combinación de varios de estos factores.
Los animales con sobrepeso tienen mayores riesgos de padecer enfermedades.
En Chile, según estudios desarrollados, por las universidades Iberoamericana y Mayor respectivamente, se estima que los perros y gatos tienen un sobrepeso que bordean el 20%, cifra que va en aumento.
La falta de ejercicio y el sedentarismo no sólo provocan obesidad en mascotas, sino que también, origina stress y agresividad en razas de perros que por su temperamento genético son propensas a atacar a personas o a otras mascotas. El médico veterinario de la clínica Dr. Pet, Ariel Martínez, advierte que los perros obesos están más estresados que aquellos que hacen deporte y pueden acumular irritabilidad al no quemar calorías; se recomienda a los dueños sacar a pasear 2 veces al día a la mascota y administrarle solo alimentos especiales para ellos,se puede elegir principalmente alimentos Premium o superpremium, una dieta equilibrada que fortalezca el sistema inmunológico, evite la reproducción de parásitos internos y reduzca los repentinos cambios de humor; hay que suministrar la alimentación adecuada según la raza y tamaño de la mascota a lo largo de su vida.
Algunas razas, como los perdigueros, labradores, sabuesos, o cocker spaniels, necesitan mucho ejercicio, pues de lo contrario tienden con facilidad a la obesidad. Los beagles y basset hounds son propensos a engordar por su genética. Con el fin de educar y crear conciencia de salud para la mascota, promover una buena alimentación de calidad versus cantidad y estimular a los dueños de mascotas a preocuparse y escoger la mejor elección del manejo nutricional adecuado según la raza y edad.
Es por lo anterior que se debe controlar constantemente el peso de nuestros queridos animales con el fin de ayudarlos a tener una vida más sana y saludable. Algunas clínicas veterinarias realizan controles gratuitos en las mascotas con el fin de entregar una asesoría completa respecto a aspectos a considerar al momento de elegir la raza de perro adecuada para la familia. La iniciativa tiene como objetivo guiar a los dueños en la educación y entregar una evaluación corporal y psicológica de la raza que se quiere adquirir, de esta manera el dueño de mascota puede combinar de mejor manera el temperamento del animal versus su adaptabilidad al núcleo familiar.
Peligros de la obesidad
En época de crisis económica los dueños de mascotas tienden a suministrar comida casera, provocando problemas metabólicos que conducen a sobrepeso; los alimentos no se encuentran debidamente preparados ni equilibrados ya que contienen deficiencias en algunas vitaminas y minerales. Cuando el peso de una mascota es de un 15% por encima de su peso ideal, se puede considerar excedida de peso. Si está más del 15% por encima de lo ideal, entonces es obesa.
La presencia excesiva de grasa corporal, gatillada por malos hábitos nutricionales y el sedentarismo, trae el fantasma de la obesidad en las mascotas, siendo una de las enfermedades que más se registran en perros y gatos en las clínicas veterinarias. Al igual que los humanos, las mascotas también deben velar por mantener un peso ideal, pues la obesidad animal puede provocar las mismas dificultades médicas que en el hombre, las mascotas tienen mayores riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, artritis, hipertensión, asma o rotura de ligamentos, desordenes gastrointestinales, enfermedades del hígado, de la piel, y problemas en la reproducción. Además, los animales obesos corren mayor riesgo de muerte durante procedimientos quirúrgicos y durante la anestesia que aquellos cuyo peso es normal. Los perros obesos tienen una expectativa de vida más corta que los perros normales.
Agradecimiento: a la Asociación Nacional de Adiestradores Caninos Profesionales, (http://www.anacp.es/) por permitirtme publicar este artículo.
Es una web que promete mucho y tiene un potencial de crecimiento enorme. Os dejo el logo:
domingo, 13 de marzo de 2011
Manual de instrucciones para un cachorro (2ª parte)
(no apto para cómodos y poco dispuestos al sacrificio. Si este es el caso, mejor comprar un perro mecánico a pilas).
Andando solo por la calle
Lo normal es que con tres meses y medio vuestro cachorro ya tenga las vacunas y sus defensas activas. Así que hay que empezar el periodo de “socialización”.
Entre los tres meses y los cinco es el momento “crítico”. Después de los cinco meses (también depende de la raza y del individuo) la socialización es más difícil y puede haber problemas. Ahora debemos dejar que nuestro cachorro entre en contacto con el mundo.
Personas adultas, niños, otros perros (ojo, perros cachorros es lo ideal y adultos que sepáis que son “civilizados” para evitar que asusten al cachorro y tenga recelo de todos los perros del mundo desde ese momento).
Muchos de los perros agresivos hacia otros perros, lo son porque no han estado en contacto con otros perros en el periodo de socialización, o los contactos que han tenido han sido traumáticos. Bueno hay otras circunstancias, pero menos frecuentes.
Llevarlo a la ciudad, para que aprenda lo que es un autobús, la salida de un colegio, una moto, edificios y ruido del tráfico. Al principio podéis llevarlo en brazos, luego atado con la correa, nunca suelto en la ciudad. Si se asusta puede salir corriendo, pueden atropellarlo o podéis perderlo. Nunca en grandes “dosis”, todo poco a poco y con mucha dulzura por vuestra parte. Frente a reacciones de miedo o desconfianza, no os enfadéis, ni gritéis, habladle con tranquilidad pero sin dar importancia a su miedo o desconocimiento. Si se sienten sobreprotegidos, les estáis confirmando que su miedo es justificado y cada vez será peor.
Si desde cachorro le gusta jugar con la pelota o con un mordedor, este se convertirá en una futura aliada para su educación.
Los cachorros igual que los niños deben tener juguetes, pelotas, mordedores de cuerda, muñecos que pitan etc… (Evitad en la medida de lo posible que se traguen los trozos de juguete que vayan rompiendo ¡o los juguetes enteros!, buscad juguetes adecuados al tamaño de su boca y de materiales que sean difíciles de romper.)
Compradle dos o tres juguetes y jugar con el cachorro y los juguetes a diario. Cuando use algo “incorrecto” para jugar, como la pata de una mesa, un zapato o la almohada, lo de siempre, NO y cuando deje ese objeto le dais su juguete y jugáis con él.
Es bueno recompensarlos cuando hacen bien las cosas y nos obedecen. Las mejores recompensas son los juguetes, las caricias y ¡la comida!.
Por ejemplo, el perro está masticando un zapato;
1º- Decimos NO, nos acercamos.., si lo suelta, inmediatamente decimos en
tono reconciliador, ¡muy bien!, y le damos una caricia, uno de sus juguetes o un pequeño trocito de Frankfurt (una rodajita muy fina, de una salchicha salen unos 20 premios para un perro tamaño mini)
Si no lo suelta con el NO, repetimos NO y palmada en el aire o chasquido para impresionarlo y llamar su atención, o bien se lo quitamos sin demasiados forcejeos (si forcejeamos con el perro al quitarle el juguete, lo que ellos entienden es que es un nuevo juego…. ¡a ver si te lo quito!!! Cada vez lo cogerán con más fuerza y se afirmarán en no soltarlo… pensarán, en eso consiste el nuevo juego ¿no?). Si entonces lo suelta repetimos lo de antes, ¡muy bien!, y premio. Ojo!!, de nada sirve darle el premio 30 segundos después, debe ser inmediato. Si no tienes premios en el bolsillo (sean trocitos de salchicha o un juguete) simplemente la recompensa verbal de muy bien y la caricia. Por eso, cuando tengo cachorros en casa, suelo llevar salchicha por los bolsillos o algún juguete. Recordad, el muy bien y la caricia SIEMPRE son obligatorios.
Nuestros perros son egoístas igual que nosotros y “trabajan” y “aprenden” por “dinero” como nosotros. Salvo honrosas excepciones, trabajamos para vivir (aunque lo hagamos en lo que nos gusta), así que salvo los trabajos “extra” en ONG’s que podemos hacer por concienciación social, trabajamos por un sueldo. Nuestros perros también, al menos inicialmente. Con el tiempo, podrán trabajar por nosotros o por autosatisfacción… pero eso será más tarde.
El sistema del castigo es el equivalente al trabajo forzoso en las minas, la esclavitud o las galeras, y desde luego que trabajan, pero debemos reconocer que con poco entusiasmo, poca afectividad y poca productividad. El sistema de incentivos económicos por el trabajo, creo que hasta ahora es el que mejor funciona entre los humanos y de igual forma entre los perros. Y aún más, las empresas modernas y “punteras” ahora recompensan a sus trabajadores con beneficios sociales y premios extras, reconocimiento y vacaciones en grupo. Ya sabéis, el sistema americano…..
Eso no quiere decir que alguna vez el castigo esté justificado pero hablamos de ocasiones excepcionales (y la ausencia de premio es un castigo). Con los niños ocurre lo mismo, es mejor el sistema de incentivos. Por supuesto lo mejor es el razonamiento y diálogo, pero de esto debes olvidarte con los perros, o al menos con la mayoría…je, je, je.
Un último consejo. Cuando lo dejéis sólo en casa, aseguraos de que no se quede en sitios con cables o enchufes peligrosos, dejadle siempre algún juguete masticable y luz.
Si normalmente esta con vosotros en casa, es mala idea encerrarlo en el
garaje para dormir o cuando os vais, lo único que aprenderá es que lo
castigáis por algo y no entenderá por qué.
Al principio debéis dejarlo solo durante espacios cortos de tiempo. Por ejemplo, en la habitación donde vaya a dormir, con la luz encendida, con una radio puesta, con sus juguetes y con agua.
Por ejemplo una hora, aprovechando que está cansado y tiene sueño, en la habitación al lado de donde tengáis la tele y con vosotros en casa. Poco a poco aprenderá a quedarse sólo, y cuando se vaya haciendo adulto no le importará permanecer solo en casa algunas horas, si tiene su ejercicio diario garantizado y pasáis tiempo suficiente con el perro (mientras hacéis la cena, viendo la tele o leyendo un libro, además del tiempo que le dediquéis a su enseñanza, su juego e higiene).
Si alguno de vosotros aún no se ha comprado el perro y está leyendo esto para informarse de qué se debe hacer, os diré dos cosas:
1º: Seguro que sois personas responsables que queréis hacer las cosas bien y antes de empezar buscáis información ¡seguid buscando! Cuanto más sepáis mejor.
2ª ¿Seguro que queréis un perro en casa? Ya veis que supone un trabajo y una responsabilidad. Meditadlo y si la respuesta es SI, ¡haced acopio de paciencia!
sábado, 12 de marzo de 2011
Jano, el Boxer que encontró el bate que mató a Jano
Mientras la policia buscaba el bate de béisbol con el que mataron a Matias Jano Fernández en el barrio porteño de Balvanera la semana pasada; apareció un perro -también llamado Jano- perteneciente a una vecina, con el bate tan buscado entre sus dientes.
El Boxer se llama Jano, igual que la víctima, aunque no le pertenecía a Matías Jano Fernández, sino a una vecina de la localidad de Don Torcuato que vió cuando un testigo buscaba el bate de béisbol en el suelo y se acercó a ver que pasaba.
"¿Estás buscando un bate de bésbol, que están hablando por televisión?", le preguntó la señora al testigo de identidad reservada que en ese momento estaba buscando entre el pasto alguna pista. Mas que una pista lo que el hombre buscaba era el bate, que uno de los detenidos en el marco de la investigación le había confesado dónde lo había tirado.
"Si, usted lo vio?", fue la respuesta del hombre, a lo que la señora respondió rápidamente con el grito de: "Jano, venga, andá a traer el palo", le dijo a su perro la señora.
Jano, el boxer, es de contextura mediana, marrón y manchas negras. El perro partió ante la orden de su ama y segundos después traía entre sus dientes el buscado bate.
"Lo encontró en el campo y lo trajo a casa", contó la dueña quien contribuyó a que el bate de béisbol esté a dispocisión de la justicia; y Jano, su perro Boxer, que actuó como un héroe sin saber que es el mejor amigo del hombre.
Fuente: (InfoBAN)
El Boxer se llama Jano, igual que la víctima, aunque no le pertenecía a Matías Jano Fernández, sino a una vecina de la localidad de Don Torcuato que vió cuando un testigo buscaba el bate de béisbol en el suelo y se acercó a ver que pasaba.
"¿Estás buscando un bate de bésbol, que están hablando por televisión?", le preguntó la señora al testigo de identidad reservada que en ese momento estaba buscando entre el pasto alguna pista. Mas que una pista lo que el hombre buscaba era el bate, que uno de los detenidos en el marco de la investigación le había confesado dónde lo había tirado.
"Si, usted lo vio?", fue la respuesta del hombre, a lo que la señora respondió rápidamente con el grito de: "Jano, venga, andá a traer el palo", le dijo a su perro la señora.
Jano, el boxer, es de contextura mediana, marrón y manchas negras. El perro partió ante la orden de su ama y segundos después traía entre sus dientes el buscado bate.
"Lo encontró en el campo y lo trajo a casa", contó la dueña quien contribuyó a que el bate de béisbol esté a dispocisión de la justicia; y Jano, su perro Boxer, que actuó como un héroe sin saber que es el mejor amigo del hombre.
Fuente: (InfoBAN)
sábado, 5 de marzo de 2011
Manual de instrucciones para un cachorro (1ª parte)
(no apto para cómodos y poco dispuestos al sacrificio. Si este es el caso, mejor comprar un perro mecánico a pilas).
Antes de andar solo por la calle
Cuando llega el cachorro a casa debe llevar puesta la primera vacuna heptavalente. Lo ideal es que el veterinario se la haya puesto con 5-6 semanas y que nuestro cachorro llegue a casa con más de dos meses.
Cuatro semanas después de la primera vacunación, hay que repetir la vacuna para asegurarnos de que el perro genere los anticuerpos que le protegerán de ciertas enfermedades durante un año.
Quince días después de esa segunda vacunación, podemos empezar a sacar a nuestro cachorro de casa con su correa. (ver “MANUAL DE INSTRUCCIONES PARA UN CACHORRO 2ª PARTE”).
Antes de esa segunda vacunación, podemos (y es aconsejable) sacarlo “en brazos” sin que entre en contacto con el suelo (donde puede contagiarse de enfermedades como el “moquillo”). Debe acostumbrare a ver gente, a los ruidos, coches y camiones y todo aquello que en el futuro supondrá parte de su vida cotidiana.
No debemos dejar que entre en contacto con otros perros, aunque estén sanos y vacunados, pues aunque ellos no estén enfermos, pueden transmitir la enfermedad a nuestro cachorro. Sin embargo es aconsejable que los vean desde las primeras salidas de casa.
Podéis dejar al cachorro en el jardín de casa (si lo tenéis, pero cuidado si hay piscina, son muy curiosos y muchos mueren ahogados en la piscina durante los primeros meses de su vida).
Durante esta primera etapa, harán sus necesidades en casa. Para enseñarle a hacerlas en el sitio “correcto” debéis estar muy pendientes y cuando observéis que olisquea el suelo insistentemente y se mueve de un lado a otro en una zona concreta, como si estuviera buscando algo, lo cogéis en brazos y lo lleváis al lugar elegido (terraza, jardín, o zona próxima a la puerta donde podéis colocar unos periódicos en el suelo o bien papel absorbente o serrín), probablemente hará pis o caca en cuanto lo soltéis en el suelo.
Es una gran mentira eso de que cuando hacen sus necesidades en casa se les debe restregar el hocico en el pis y reñirles. Lo único que aprenderá el cachorro con este “tradicional” sistema es que los humanos somos unos cochinos, que en cuanto tenemos ocasión los rebozamos en su propia porquería… y encima cabreados.
No sirve de nada reñir al cachorro 30 segundos después de que haya hecho pis o caca en un sitio poco apropiado. A los 30 segundos o menos, no sabrán porqué los reñís y lo único que aprenderán es que está mal lo hacen en ese momento (sentarse, miraros a la cara, mover el rabito o intentar jugar con algo, pero no por la “meadita”.) O los pillas “in fraganti” o te puedes ir olvidando de reñirles.
La verdad es que la mayoría de los perros aprenden porque son muy limpios (y muy listos), porque la manera que tenemos de enseñarles… deja bastante que desear.
No hay ninguna necesidad de pegar a un perro. Cuando esté haciendo algo que no queráis que haga, basta con decir No de manera contundente (no hace falta gritar). Pero insisto, lo mejor es el NO y cogerlo como lo haría su madre por el cogote, sin hacerle daño).
Hay cachorros muy sensibles que con un “No” basta, y hacer algo más les resulta demasiado intimidatorio y hay cachorros muy insensibles que van buscando el “cachete” constantemente (ojo!!! He dicho cachete, no golpe ni empujón. Un “cachete” ni siquiera hace falta dárselo al cachorro, podéis dar una palmada fuerte cerca del hocico y el cachorro retrocederá “impresionado”. El propio cachorro os dirá de que tipo es, aunque generalmente las hembras son más dulces (por supuesto hay excepciones).
Si mordisquean las manos o los pies (normal en el cachorro), lo mismo; NO y como mucho levantarlo, pero jamás muestres miedo a su boca, si es posible no retires la mano, cuando son cachorros es como sentir un montón de agujas que te pinchan pero en absoluto demasiado doloroso. Si aprenden que te da miedo su boca y que pueden hacerte daño, estás perdido, por muy pequeños que sean, acabarán mandando ellos utilizando la amenaza de un mordisco. Tampoco debes dejar que te amenacen con el gruñido, no muestres miedo y diles que NO. Ser firme y serio es efectivo y no intimidatorio. La paciencia será tu mejor aliado.
A los cinco meses hay que ponerles otra vacuna, la de la rabia. No hay rabia en España, pero es obligatorio, (absolutamente necesario) sobre todo si el perro va a salir del país, debéis ponérsela todos los años al igual que la revacunación heptavalente.
Otro tema importante son las desparasitaciones. Debéis desparasitar internamente) al perro cada tres meses (una buena manera es cada cambio de estación). Hay veterinarios que aconsejan cada cuatro meses o dos veces al año. Yo prefiero hacerlo cada tres meses, pues mis perros viven en el campo y salen a dar paseos por todas partes. Lo encuentro más seguro cada tres meses (es muy sencillo, el veterinario os dará unas pastillas que le podéis dar escondidas en un trozo de quesito o dentro de una salchicha de frankfurt.También podéis comprar las pastillas en la farmacia una vez el veterinario os diga exactamente cuales son las adecuadas).
Las desparasitaciones externas también son importantes. Es mejor comprar un buen producto, a veces algo más caro pero más fiable y con mayor duración.
De estos productos olvidaos hasta que el cachorro tenga 4 ó 5 meses, son muy fuertes. No le pongáis cualquiera, hablad con vuestro veterinario y que os aconseje algún producto especial para cachorros.
No bañarlo hasta diez días después de la segunda vacuna, esta es la recomendación del veterinario (Y SABE LO QUE DICE). Algunos cachorros cuando llegan a casa del criadero huelen francamente mal y es terrible tener que convivir con ellos y su “aroma”. Se les puede bañar, por supuesto, pero si os decidís a hacerlo debéis pensar en un bebé de un mes y no en un perro. Nada de manguera y al jardín, no, de eso nada. Bañera, agua tibia, sumergirlo por partes y poco a poco, nada de agua por la nariz o los ojos… necesitaréis una esponja suave, y secado con toalla. Después secado con secador o calefactor de aire caliente y sin asustar al cachorro. El cuarto de baño a temperatura tibia (si es invierno, mejor con un calefactor). Lo dicho, como si bañaras a un bebé ¡Por nada del mundo debe pasar frío!!! No dejarlo húmedo ni a la sombra. Si no tenéis la TOTAL SEGURIDAD de que el cachorro NO va a pasar frío y que no se va a quedar húmedo NO BAÑEIS AL CACHORRO.
Hay otra alternativa al baño (os lo aconsejo, pues el baño siempre tiene algún riesgo); limpiarlo con toallitas húmedas (de las que se usan para bebé) y ponerlo después al solecito. A veces es suficiente para que pierdan su aroma de llegada y no corres riesgos como con el baño.
Lo normal es que con tres meses vuestro cachorro ya tenga las vacunas y sus defensas activas. Así que hay que empezar el periodo de “socialización”. Entre los tres meses y los cinco es el momento “crítico”. Después de los cinco meses (también depende de la raza y del individuo) la socialización es más difícil y suele haber problemas. Debemos dejar que entre en contacto con el mundo….
Próximamente publicaremos la 2ª parte de este manual de instrucciones para un cachorro.
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