domingo, 13 de marzo de 2011

Manual de instrucciones para un cachorro (2ª parte)



(no apto para cómodos y poco dispuestos al sacrificio. Si este es el caso, mejor comprar un perro mecánico a pilas).

 Andando solo por la calle

Lo normal es que con tres meses y medio vuestro cachorro ya tenga las vacunas y sus defensas activas. Así que hay que empezar el periodo de “socialización”.

Entre los tres meses y los cinco es el momento “crítico”. Después de los cinco meses (también depende de la raza y del individuo) la socialización es más difícil y puede haber problemas. Ahora debemos dejar que nuestro cachorro entre en contacto con el mundo.

Personas adultas, niños, otros perros (ojo, perros cachorros es lo ideal y adultos que sepáis que son “civilizados” para evitar que asusten al cachorro y tenga recelo de todos los perros del mundo desde ese momento).

Muchos de los perros agresivos hacia otros perros, lo son porque no han estado en contacto con otros perros en el periodo de socialización, o los contactos que han tenido han sido traumáticos. Bueno hay otras circunstancias, pero menos frecuentes.
 Llevarlo a la ciudad, para que aprenda lo que es un autobús, la salida de un colegio, una moto, edificios y ruido del tráfico. Al principio podéis llevarlo en brazos, luego atado con la correa, nunca suelto en la ciudad. Si se asusta puede salir corriendo, pueden atropellarlo o podéis perderlo. Nunca en grandes “dosis”, todo poco a poco y con mucha dulzura por vuestra parte. Frente a reacciones de miedo o desconfianza, no os enfadéis, ni gritéis, habladle con tranquilidad pero sin dar importancia a su miedo o desconocimiento. Si se sienten sobreprotegidos, les estáis confirmando que su miedo es justificado y cada vez será peor.

Si desde cachorro le gusta jugar con la pelota o con un mordedor, este se convertirá en una futura aliada para su educación.

Los cachorros igual que los niños deben tener juguetes, pelotas, mordedores de cuerda, muñecos que pitan etc… (Evitad en la medida de lo posible que se traguen los trozos de juguete que vayan rompiendo ¡o los juguetes enteros!, buscad juguetes adecuados al tamaño de su boca y de materiales que sean difíciles de romper.)

Compradle dos o tres juguetes y jugar con el cachorro y los juguetes a diario. Cuando use algo “incorrecto” para jugar, como la pata de una mesa, un zapato o la almohada, lo de siempre, NO y cuando deje ese objeto le dais su juguete y jugáis con él.


 
Es bueno recompensarlos cuando hacen bien las cosas y nos obedecen. Las mejores recompensas son los juguetes, las caricias y ¡la comida!.
 
Por ejemplo, el perro está masticando un zapato;
1º- Decimos NO, nos acercamos.., si lo suelta, inmediatamente decimos en
tono reconciliador, ¡muy bien!, y le damos una caricia, uno de sus juguetes o un pequeño trocito de Frankfurt (una rodajita muy fina, de una salchicha salen unos 20 premios para un perro tamaño mini)
 
Si no lo suelta con el NO, repetimos NO y palmada en el aire o chasquido para impresionarlo y llamar su atención, o bien se lo quitamos sin demasiados forcejeos (si forcejeamos con el perro al quitarle el juguete, lo que ellos entienden es que es un nuevo juego…. ¡a ver si te lo quito!!! Cada vez lo cogerán con más fuerza y se afirmarán en no soltarlo… pensarán, en eso consiste el nuevo juego ¿no?). Si entonces lo suelta repetimos lo de antes, ¡muy bien!, y premio. Ojo!!, de nada sirve darle el premio 30 segundos después, debe ser inmediato. Si no tienes premios en el bolsillo (sean trocitos de salchicha o un juguete) simplemente la recompensa verbal de muy bien y la caricia. Por eso, cuando tengo cachorros en casa, suelo llevar salchicha por los bolsillos o algún juguete. Recordad, el muy bien y la caricia SIEMPRE son obligatorios.

Nuestros perros son egoístas igual que nosotros y “trabajan” y “aprenden” por “dinero” como nosotros. Salvo honrosas excepciones, trabajamos para vivir (aunque lo hagamos en lo que nos gusta), así que salvo los trabajos “extra” en ONG’s que podemos hacer por concienciación social, trabajamos por un sueldo. Nuestros perros también, al menos inicialmente. Con el tiempo, podrán trabajar por nosotros o por autosatisfacción… pero eso será más tarde.
 
El sistema del castigo es el equivalente al trabajo forzoso en las minas, la esclavitud o las galeras, y desde luego que trabajan, pero debemos reconocer que con poco entusiasmo, poca afectividad y poca productividad. El sistema de incentivos económicos por el trabajo, creo que hasta ahora es el que mejor funciona entre los humanos y de igual forma entre los perros. Y aún más, las empresas modernas y “punteras” ahora recompensan a sus trabajadores con beneficios sociales y premios extras, reconocimiento y vacaciones en grupo. Ya sabéis, el sistema americano…..
 
Eso no quiere decir que alguna vez el castigo esté justificado pero hablamos de ocasiones excepcionales (y la ausencia de premio es un castigo). Con los niños ocurre lo mismo, es mejor el sistema de incentivos. Por supuesto lo mejor es el razonamiento y diálogo, pero de esto debes olvidarte con los perros, o al menos con la mayoría…je, je, je.

Un último consejo. Cuando lo dejéis sólo en casa, aseguraos de que no se quede en sitios con cables o enchufes peligrosos, dejadle siempre algún juguete masticable y luz.

Si normalmente esta con vosotros en casa, es mala idea encerrarlo en el
garaje para dormir o cuando os vais, lo único que aprenderá es que lo
castigáis por algo y no entenderá por qué.
Al principio debéis dejarlo solo durante espacios cortos de tiempo. Por ejemplo, en la habitación donde vaya a dormir, con la luz encendida, con una radio puesta, con sus juguetes y con agua.
Por ejemplo una hora, aprovechando que está cansado y tiene sueño, en la habitación al lado de donde tengáis la tele y con vosotros en casa. Poco a poco aprenderá a quedarse sólo, y cuando se vaya haciendo adulto no le importará permanecer solo en casa algunas horas, si tiene su ejercicio diario garantizado y pasáis tiempo suficiente con el perro (mientras hacéis la cena, viendo la tele o leyendo un libro, además del tiempo que le dediquéis a su enseñanza, su juego e higiene).

Si alguno de vosotros aún no se ha comprado el perro y está leyendo esto para informarse de qué se debe hacer, os diré dos cosas:

1º: Seguro que sois personas responsables que queréis hacer las cosas bien y antes de empezar buscáis información ¡seguid buscando! Cuanto más sepáis mejor.

2ª ¿Seguro que queréis un perro en casa? Ya veis que supone un trabajo y una responsabilidad. Meditadlo y si la respuesta es SI, ¡haced acopio de paciencia!


Agradecimientos: A María José Blanc (www.bichopeludo.com), por permitirme publicar su artículo.

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