Todavía existen personas que creen que jugar al tira y afloja con su perro puede desencadenar una respuesta agresiva por parte de este. Esa creencia basada en el miedo suele desaprovechar uno de los refuerzos más divertidos para nuestros perros y útiles para su educación. Sigue leyendo y conocerás los motivos por los cuales todo perro independientemente de su raza o tamaño debería aprender desde cachorro a jugar al "Tug of war"…
El perro aprende a controlar su mandíbula. Los cachorros no tienen esos dientes afilados como alfileres por casualidad: su función, aunque parezca paradójico, es el de hacer daño con ellos a la madre y entre sus hermanos. ¿Por qué? Pues para saber lo antes posible la fuerza que en un futuro cercano tendrán sus dientes y saber inhibir la fuerza de sus mordiscos en función que a qué van dirigidos. La información que reciban no será la misma si muerden a un palo o un juguete que si lo hacen a una mano humana o a sus compañeros caninos. En el primer caso el perro disfrutará de la sensación de morder, en el segundo caso (si los mordiscos son demasiado fuertes) sus compañeros dejarán de querer jugar con él. Al jugar al tira y afloja, el cachorro aprende a tener cuidado con sus mandíbulas, ya que en el caso de equivocarse y tocarnos con sus dientes el juego terminará de inmediato. Esa es la primera regla que debe conocer todo perro al jugar al tira y afloja: Prohibido tocar al humano. Lo que equivale a tener autocontrol sobre su mordisco.
Puede convertirse en un premio realmente motivante. ¿Has visto alguna vez cómo trabajan los guías caninos especializados en búsqueda, detección de sustancias o diversos deportes caninos? Suelen utilizar un mordedor para premiar al perro una vez haya terminado su trabajo. Premiar a los perros de esta forma tiene una serie de diferencias con respecto a hacerlo con trozos de comida: aumenta el nivel de actividad del perro y permite que descargue su energía acumulada sobre él. Por poner un ejemplo, es algo así como el desahogo de un futbolista al marcar un gol… Pero dada la emoción que suele sentir el perro cuando aparece su juguete de tira y afloja, tiene la desventaja de que puede distraerse a la hora de aprender nuevas cosas. Para aprender cosas nuevas suelen ser mejores los premios de comida (es como dinero al contado), mientras que para motivar al perro y mantener lo aprendido muchas veces conviene utilizar este tipo de recompensas.
El perro aprende la orden “suelta”. La mejor vacuna para los perros paranoicos del control es enseñarles que si ceden sus posesiones, éstas volverán con un extra. Si alguien te quita el monedero y te lo devuelve enseguida con 50€ más ¿Seguirías igual de reticente a prestarle tu monedero? Ese mismo principio es el que todo el mundo debería enseñar a su perro con distintos recursos como su cuenco de comida o, como sucede en este caso, con sus juguetes. Con ello, de nuevo conseguimos transmitir al perro un valioso recurso: su autocontrol, a la vez que se le capacita para jugar al cobro de objetos.
El perro conoce un comando que indica el inicio del juego. Diciéndole un comando que le indique cuándo puede morder, lo que consigues por un lado es que te preste atención, y por el otro, de nuevo logras que tu perro sea capaz de controlar su impulso por morder el juguete.
Resumiendo, las reglas que tienes que tener a la hora de jugar al tira y afloja con tu perro son:
-Prohibido tocar al humano.
-Jugar sólo con los juguetes del perro.
-Siempre comenzar con un comando que le indique el comienzo del juego.
-Practicar la orden “Suelta”.
Por último me gustaría decir algo importante: No juegues al tira y afloja con tu perro si éste tiene algún problema de posesividad o complejo de control. Estos perros necesitan ser rehabilitados y evaluados previamente por un profesional antes de poder practicar este tipo de juegos con sus propietarios.
¿Y tú qué opinas sobre jugar al tira y afloja? Cuéntanoslo…
Agradecimiento: a Jorge Ortega, Director de Guauf Servicios Caninos (http://www.guauf.es/), por permitirme publicar su artículo.
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