Te habrá pasado muchas veces en el parque que los dueños de perros te cuentan emocionados lo listo, adorable, cariñoso, etc, etc, etc, que es su perro.
Lógico.
Y con toda la razón.
Sin ánimo de contradecir a esos dueños, en este artículo voy a intentar enunciar algunos rasgos, que se dan de forma menos brillante en otros perros, por los que el pastor belga me merece un respeto especial –dentro del gran respeto que me dan todos los perros sean de raza o mestizos-.
El pastor belga desde siempre, y por ser perro de pastor, está acostumbrado –acostumbrado es poco-, está necesitado, de la presencia y compañía del hombre. Es por tanto un perro que busca estar y que se realiza con el hombre. Todo eso genera una vinculación y un entendimiento muy superior al de otras razas de perros. Consecuentemente profesa una gran fidelidad a su amo y está muy unido a él; con los demás es más receloso y despegado. Es pues una cualidad necesaria del perro de pastor que no ha de irse ni fiarse de cualquiera.
Tiene instinto de protección, a diferencia de otros perros que se irían de muy buena gana con el primero que le haga unas carantoñas con una mano, mientras arrampla con las pertenencias de su amo con la otra.
Tiene capacidad de decisión sobre la marcha. Es resolutivo. Hay perros –algunos del grupo de los de pastor-, que son muy adiestrables, pero que no son capaces de resolver una situación con soltura si no han sido enseñados a elegir una opción. El pastor belga conserva iniciativa y actitud tan útiles en determinadas ocasiones.
Es de los pocos perros –si me equivoco que alguien me corrija- que por las características de su manto, consigue no desprender ese penetrante olor a perro. Además consigue conservarse él solo bastante limpio. Podemos decir que su manto no es como una mopa que recoge y atrae toda la suciedad de los sitios por los que pasa, sino todo lo contrario, repele la suciedad. Ese manto, a pesar de las apariencias, tampoco requiere grandes cuidados para un mantenimiento decente. El pelo se limpia más fácilmente que en los perros de pelo corto en los que sus pelillos, como púas pequeñas, son de mala localización y peor remoción.
Es un perro multifunción. Por su carácter, inteligencia, habilidades, resistencia y arrojo, puede ser empleado en múltiples tareas.
Analizará las situaciones. No dudará un segundo en hacer aquello que complazca a su amo. Y si es preciso defenderle, no se lo pensará dos veces.
Por otro lado no es un perro grande. Es un perro de talla mediana, si bien es cierto que da la sensación de un mayor tamaño por su pelaje.
No sería sincero del todo en este artículo si no incluyera aquí dos rasgos, que para muchos dueños son excluyentes. Me refiero a la gran sensibilidad de este perro y a su inteligencia/reactividad a las circunstancias. Es un perro sensible y listo. Si se le trata mal o con rudeza o si no se le presta la debida atención, se guiará él sólo, con todos los problemas que eso puede acarrear. Además, si lo que le enseñamos no tiene sentido para él o no somos buenos maestros, nos probará, conocerá nuestros límites y se guiará él solo, pasando de nuestras intenciones. Por todo esto se dice muchas veces que no es un perro para gente primeriza e inexperta.
También se dice que es el Ferrari de los perros: frase muy gráfica de sus potencialidades, que requieren de alguien que las sepa conducir bien ya que si no el desastre o desencuentro puede ser grande.
photo credit: Notfellchen via photopin cc
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