Mucha gente tiene perro porque se lo regalaron, porque un amigo tuvo una camada y fue repartiendo los que le quedaban, porque miró en un escaparte y cogió el que había o el que le daba pena…
No es lo mejor. Lo mejor es decidirse por tener perro, y escogerlo, habiendo conocido a los padres para hacernos cargo de su posible temperamento, taras, tamaño, etc. Además, asesorarnos por profesionales que de toda una camada o perrera, nos ayuden a escoger aquel que más se acomode a las características de nuestra familia, forma de vida, carácter, etc. Así será más fácil acertar y evitaremos quebraderos de cabeza y problemas.
Haciendo razas sin control: fines torcidos, razas deformes o simplemente absurdas
Debería prevalecer el interés por mejorar las razas, por cultivar aquellas que realmente favorecen al hombre, y no guiarse sólo por fines comerciales, creando perros de moda, a veces tan absurdos como el “perro oso panda”.
Tampoco hay derecho a los cruces buscando fines retorcidos como los perros de pelea o aquellos que por buscar alguna característica en particular crean perros problemáticos, deformes o con enfermedades fatales.
Zonas que excluyen perros
No hay derecho a que haya dueños que tengan perros sin control por la vía pública. Tampoco que haya gente que se ponga como energúmenos porque vean a otros paseando con perros. Habría que llegar a un equilibrio. Hay voces que opinan que lo ideal sería que los dueños pasasen unas sencillas pruebas, previamente preparadas con profesionales, en las que demuestren que sus perros son buenos ciudadanos caninos y que obedecen una serie de comandos básicos. Luego, en contraprestación, esos dueños deberían poder ir a cualquier sitio con sus perros.
Cada vez con más frecuencia, en más ciudades, se están creando parques para perros. Buen comienzo.
Poca consideración a los perros de servicio y muy pocas ayudas para su adquisición
Los perros de servicio no son baratos. Y todavía no hay conciencia social de su buena labor. Incluso hoy en día hay lugares en los que se pone pegas a que suban a autobuses, taxis, entren en tiendas…
Habría que ver la manera de que las entidades públicas subvencionasen la adquisición de estos perros de servicio que tanto pueden favorecer la vida de las personas con ciertas necesidades (ciegos, diabéticos, alzheimer, personas con discapacidad, etc). Al igual que hay tantas subvenciones para tantas cosas (y algunas más que discutibles), con más motivo debería haber partidas para facilitar la adquisición de los perros de servicio.
¿Cuáles añadirías tú?
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