Si quieres tener un perro bien adiestrado tienes que conocerlo bien. No todos los perros son iguales. No todos los perros reaccionan igual ni les motivan las mismas cosas con la misma intensidad.
Tener esto claro facilita mucho el camino.
Para manejar bien al perro es necesario saber ofrecer el premio adecuado en el momento adecuado. Así sujetaremos su atención, espolearemos su trabajo, reforzaremos la conducta deseada. Pero ¿y cómo sé yo qué premio motiva más a mi perro?
Anne Lill Kvam, en su libro "El reino de los sentidos" nos da una respuesta: pone en cada mano cerrada dos trozos de comida diferentes. Permite al perro que olisquee, y así determina con facilidad en qué mano ha puesto mas interés el perro. Ese premio tiene más valor e interés para el perro que el otro. Así es fácil ir comparando diferentes productos y poder establecer un ranking. Luego, en el adiestramiento habrá qué valorar qué premio nos interesa dar en cada momento.
También es importante no dar siempre premio. Al igual que a nosotros, eso nos estimula. El perro tiene que esforzarse porque no sabe si habrá premio ni qué premio será.
Por último, conviene recordar que los premios no tienen que ser necesariamente ni siempre comida. Depende de lo que motive a tu perro. Son también buenos premios el juego, el liberar al perro permitiéndole ocuparse en sus cosas, una carrera, o interactuar con nosotros
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