Este post no es sobre la salud de nuestro perro. No tiene nada que ver con las enfermedades ni con soluciones veterinarias. Simplemente se trata de un consejo que a todos nos viene muy bien.
Muchas veces nos venimos abajo cuando nuestro perro hace algún comportamiento indeseado. No sabemos cómo quitarle ese vicio, o quizás luchar contra el mismo se nos representa como una tarea larga, costosa y sobre la que muchas veces tampoco albergamos muchas esperanzas sobre su extinción. Pues bien, sin perjuicio del trabajo que corresponda hacer, lo cierto es que todo eso se podía haber evitado.
¿Cómo? Teniendo gravada en nuestra cabeza una idea fundamental para el adiestramiento: evitar que nuestro perro se encuentre en situaciones indeseadas.
Si el perro realiza una conducta varias veces, su premio, su refuerzo, va a ser el comportamiento tan atractivo para él (ladrar, correr, etc), pero tan desquiciante para nosotros. Y cada vez que lo reitere, ese comportamiento se va reforzando.
Todo esto es muy fácil de decir, y menos fácil de hacer. También es cierto que hay situaciones imprevisibles. Pero no podemos olvidar que con un poco de previsión, hay otras muchas que podemos evitar, o condicionar a nuestra manera.
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