Todo poseedor de un perro de raza es responsable de la reputación de la misma. La reputación buena o mala, se consigue con la conducta, y la conducta es el resultado del entrenamiento. Para cualquiera es un placer observar a perros que ejecutan las tareas para las que han sido entrenados. Al ver esto podemos preguntarnos, si nuestro perro podría también hacerlo. ¡¡Si que puede!!, no hay mejor adiestrador para un perro que el mismo dueño. Con solo enseñarle obediencia se aseguran tener un perro educado. Un perro sin controlar puede convertirse en un estorbo e incluso en una amenaza. Este perro proporciona disgusto a su dueño y una mala reputación hacia la raza. Usted sabe que cosas son irresistibles para su perro, utilícelas para adiestrarlo. Los perros responden al adiestramiento, a casi todos les reconforta complacer a su dueño. Las sesiones deben ser el tiempo justo, no debe cansar al perro y usted tampoco debe terminar exhausto, debe ser algo positivo y lúdico para los dos. No castigue al perro con golpes, gritos, no sirven para nada, lo confunden mas. Vemos por ejemplo algunas posibles ordenes: sentado, acostado, junto (caminar al lado), ladrá, silencio, vení, etc. Todas estas conductas el perro las hace por si solos sin necesidad de una orden, solo necesitamos reforzarlas con algo positivo para el perro (comida, pelota, etc) y con una orden. Por ejemplo lo mejor es la comida, cuando el perro se sienta lo premiamos con algo irresistible para el (queso, salchicha, etc) y junto damos la orden "sentate". Con unas repeticiones el perro asociará la palabra "sentado" a la acción que acaba de hacer, y no necesitaremos mas de la comida. Así con todo lo que queramos que haga el perro, lo único muy importante es el tiempo del premio y la orden, no debe ser superior a un segundo el tiempo que pasa desde que ejecuta la conducta hasta que lo premiamos, si es menos mejor.
Recuerde usted es el responsable de la reputación de la raza y el mejor adiestrador del perro es su dueño.
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